lunes, 24 de marzo de 2008
El sonido de la rías
Si las rías gallegas ocupan un puesto de referencia gastronómica por la calidad que presentan su peixes e marisco, a pesar de los vertidos y las toxinas, ahora también son protagonistas en nuestro espectro musical gracias a la proliferación de grupos con señas de identidad bien marcadas. De norte a sur, podemos encontrar el auténtico sonido de nuestras rías.
El curso del río Miñor y su posterior desembocadura en Baiona, un entorno conocido cómo Val Miñor que agrupa localidades cómo Nigrán, Sabarís, A Ramallosa, Gondomar, se ha convertido en los últimos años en un vivero de nuevas bandas que encuentran en el folk rock de ascendencia norteamericana una de sus principales influencias. Niño y Pistola, que en los próximos días publican su segundo disco bajo el título de “Culebra”, son los representantes más populares de esta escena, pero tras ellos aparecen nuevos nombres que merece la pena seguir de cerca. Tomen nota; Small Coffins y Maryland son dos de las sorpresas que nos llegan desde el sur de Galicia.
Más al norte, en la mancomunidad de municipios que se arracima junto a la ría de Ferrol, los amantes del rock melódico y el pop soleado tenemos un paraíso en el que habitan Bang 74, crudos, enérgicos y dignos herederos de Blood Filloas que a partir de ahora se reencarnan en un power trio, con los hermanos Millarengo en la aplastante sección rítmica y el gran Cris Veiga cómo guitarra y cantante, tras la marcha de Roge de Flor para emprender una carrera en solitario que ya brilla con sus “Canciones de Amor y Retranca” . Quant, ellos ya saben lo que es tocar en The Cavern (Liverpool), Boy Elliot, residente en Ourense pero oriundo de estas latitudes, y Los Huéspedes Felices, su nuevo disco ya está listo para ser saboreado, son los responsables de mudar el nombre de esta tierra y convertirla en…Felicia.
(en galego) Se as rías galegas ocupan un posto de referencia gastronómica pola calidade que presentan a súa peixes e marisco, con permiso dos vertidos e as toxinas, agora tamén son protagonistas no noso espectro musical grazas á proliferación de grupos con acenos de identidade ben marcadas.
O curso do río Miñor e o seu posterior desembocadura en Bayona, unha contorna coñecida como Val Miñor que agrupa localidades como Nigrán, Sabarís, A Ramallosa, Gondomar, converteuse nos últimos anos nun vivero de novas bandas que atopan no Folk Rock de ascendencia norteamericana unha das súas principais influencias. Niño y Pistola, que nos próximos días publican o seu segundo disco baixo o título de “Culebra”, son os representantes máis populares desta escena, pero tras eles aparecen novos nomes que merece a pena seguir de preto. Tomen nota; Small Coffins e Maryland son dous das moitas sorpresas que nos chegan desde o sur de Galicia.
Máis ao norte, na mancomunidad de municipios que se arracima xunto a ría de Ferrol, os amantes do rock melódico e o pop asollado temos un paraíso no que habitan Bang 74, crus, enérxicos e dignos herdeiros de Blood Filloas que a partir de agora se reencarnan nun power trio cos irmáns Millarengo na sección rítmica e o gran Cris Veiga como guitarra e cantante, trala marcha de Roge de Flor para emprender unha carreira en solitario que xa brilla cos seus "Cancións de Amor e Retranca” . Quant, eles xa saben o que é tocar en The Cavern (Liverpool), Boy Elliot, residente en Ourense pero oriundo destas latitudes, e Los Huespedes Felices, o seu novo disco xa está listo para ser saboreado, son os responsables de mudar o nome desta terra e convertela en…Felicia.
jueves, 6 de marzo de 2008
LOS CAFRES
- Algún día caeré -
La historia de Los Cafres es uno de los hitos del pop rock hecho en Galicia durante los años ochenta gracias a su único y recomendable disco, “SF 13 Tractor Cerebral”, y en otra medida, por ser el único grupo con un guitarrista insumiso perseguido por la Policía Militar.
Pablo Ramallo, este es el nombre del músico fugitivo y autor de la mayor parte de las canciones del grupo, junto a Antonio Amblés (voz), Yogui (bajo) y Billy Domínguez (batería) publicaron en 1988 un explosivo disco que destilaba punk, garaje y power pop por cada uno de sus surcos.
La producción de “SF 13 Tractor Cerebral”, cruda y ruidosa cómo corresponde a un grupo que en claro pitorreo hacia los sibaritas del sonido hi-fi se jactaba de utilizar amplificadores Talmus, los de más baja calidad por entonces, corrió por cuenta de Alberto Torrado (Siniestro Total / Os Resentidos) y en la lista de agradecimientos aparecían Emilio Alonso, Rosa Costas, Julián Hernández, Flechini, Peón, Oli, Suso Elepé, y otros protagonistas de la post-movida viguesa.
“Soy una alimaña” fue su canción de mayor éxito, videoclip incluido, pero el disco contenía otros pepinazos cómo “Seis Espadas”, “850 GTO”, “Dame la Botella”, “Me voy derecho al infierno” y “Algún día caeré” versión del “Sometimes Good Guys Don’t Wear White” de los californianos The Standells.
La orden de búsqueda y captura que pesaba sobre Pablo Ramallo por negarse a cumplir el Servicio Militar siempre fue un obstáculo para el grupo que apenas podía anunciar sus conciertos por miedo a que en uno de ellos apareciese la policía militar y aprehendiese al guitarrista, cómo al final sucedió. Por suerte pude verles dos veces, una en la sala Punto 3 y otra en el Playa Club de A Coruña, y desde entonces no he dejado de nombrarles cómo unos de mis grupos favoritos de todos los tiempos.
(Galego) A historia dos Cafres é un dos fitos do pop rock feito en Galicia durante os anos oitenta grazas ao seu único e recomendable disco, “SF 13 Tractor Cerebral”, e noutra medida, por ser o único grupo cun guitarrista insumiso perseguido pola Policía Militar. Pablo Ramallo, este é o nome do músico fugitivo e autor da maior parte das cancións do grupo, xunto a Antonio Amblés (voz), Yogui (baixo) e Billy Domínguez (batería) publicaron en 1988 un explosivo disco que destilaba punk, garaje e power pop por cada un dos seus surcos. A produción de “SF 13 Tractor Cerebral”, crúa e ruidosa como corresponde a un grupo que en claro pitorreo cara aos sibaritas do son hi-fi se jactaba de utilizar amplificadores Talmus, os de máis baixa calidade por entón, correu por conta de Alberto Torrado (Sinistro Total / Vos Resentidos) e na lista de agradecimientos aparecían Emilio Alonso, Rosa Costas, Julián Hernández, Flechini, Peón, Oli, Suso Elepé, e outros protagonistas da post-movida viguesa. ”Son unha alimaña” foi a súa canción de maior éxito, videoclip incluído, pero o disco contiña outros pepinazos como “Seis Espadas”, “850 GTO”, “Dáme a Botella”, “Voume dereito ao inferno” e “Algún día caerei” versión do “Sometimes Good Guys Don’t Wear White” dos californianos The Standells. A orde de procura e captura que pesaba sobre Pablo Ramallo por negarse a cumprir o Servizo Militar sempre foi un obstáculo para o grupo que apenas podía anunciar os seus concertos por medo a que nun deles aparecese a policía militar e aprehendiese ao guitarrista, como ao final sucedeu. Por sorte puiden verlles dúas veces, unha na sala Punto 3 e outra no Praia Club da Coruña, e desde entón non deixei de nomearlles como uns dos meus grupos favoritos de todos os tempos
La historia de Los Cafres es uno de los hitos del pop rock hecho en Galicia durante los años ochenta gracias a su único y recomendable disco, “SF 13 Tractor Cerebral”, y en otra medida, por ser el único grupo con un guitarrista insumiso perseguido por la Policía Militar.
Pablo Ramallo, este es el nombre del músico fugitivo y autor de la mayor parte de las canciones del grupo, junto a Antonio Amblés (voz), Yogui (bajo) y Billy Domínguez (batería) publicaron en 1988 un explosivo disco que destilaba punk, garaje y power pop por cada uno de sus surcos.
La producción de “SF 13 Tractor Cerebral”, cruda y ruidosa cómo corresponde a un grupo que en claro pitorreo hacia los sibaritas del sonido hi-fi se jactaba de utilizar amplificadores Talmus, los de más baja calidad por entonces, corrió por cuenta de Alberto Torrado (Siniestro Total / Os Resentidos) y en la lista de agradecimientos aparecían Emilio Alonso, Rosa Costas, Julián Hernández, Flechini, Peón, Oli, Suso Elepé, y otros protagonistas de la post-movida viguesa.
“Soy una alimaña” fue su canción de mayor éxito, videoclip incluido, pero el disco contenía otros pepinazos cómo “Seis Espadas”, “850 GTO”, “Dame la Botella”, “Me voy derecho al infierno” y “Algún día caeré” versión del “Sometimes Good Guys Don’t Wear White” de los californianos The Standells.
La orden de búsqueda y captura que pesaba sobre Pablo Ramallo por negarse a cumplir el Servicio Militar siempre fue un obstáculo para el grupo que apenas podía anunciar sus conciertos por miedo a que en uno de ellos apareciese la policía militar y aprehendiese al guitarrista, cómo al final sucedió. Por suerte pude verles dos veces, una en la sala Punto 3 y otra en el Playa Club de A Coruña, y desde entonces no he dejado de nombrarles cómo unos de mis grupos favoritos de todos los tiempos.
(Galego) A historia dos Cafres é un dos fitos do pop rock feito en Galicia durante os anos oitenta grazas ao seu único e recomendable disco, “SF 13 Tractor Cerebral”, e noutra medida, por ser o único grupo cun guitarrista insumiso perseguido pola Policía Militar. Pablo Ramallo, este é o nome do músico fugitivo e autor da maior parte das cancións do grupo, xunto a Antonio Amblés (voz), Yogui (baixo) e Billy Domínguez (batería) publicaron en 1988 un explosivo disco que destilaba punk, garaje e power pop por cada un dos seus surcos. A produción de “SF 13 Tractor Cerebral”, crúa e ruidosa como corresponde a un grupo que en claro pitorreo cara aos sibaritas do son hi-fi se jactaba de utilizar amplificadores Talmus, os de máis baixa calidade por entón, correu por conta de Alberto Torrado (Sinistro Total / Vos Resentidos) e na lista de agradecimientos aparecían Emilio Alonso, Rosa Costas, Julián Hernández, Flechini, Peón, Oli, Suso Elepé, e outros protagonistas da post-movida viguesa. ”Son unha alimaña” foi a súa canción de maior éxito, videoclip incluído, pero o disco contiña outros pepinazos como “Seis Espadas”, “850 GTO”, “Dáme a Botella”, “Voume dereito ao inferno” e “Algún día caerei” versión do “Sometimes Good Guys Don’t Wear White” dos californianos The Standells. A orde de procura e captura que pesaba sobre Pablo Ramallo por negarse a cumprir o Servizo Militar sempre foi un obstáculo para o grupo que apenas podía anunciar os seus concertos por medo a que nun deles aparecese a policía militar e aprehendiese ao guitarrista, como ao final sucedeu. Por sorte puiden verlles dúas veces, unha na sala Punto 3 e outra no Praia Club da Coruña, e desde entón non deixei de nomearlles como uns dos meus grupos favoritos de todos os tempos
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